10 beneficios de viajar siendo joven

Hoy en día, está muy aceptado que los jóvenes recorran el mundo y en algunos países es un requisito extracurricular.

Viajar siendo joven tiene muchos beneficios y nos enseña lecciones que no se aprenden en ninguna otra escuela. Lanzarse a la aventura no es una decisión fácil e implica aceptar retos y responsabilidades, pero sin duda enriquecerá tu vida.

Sigue leyendo para descubrir los principales beneficios de viajar siendo joven.

1. Aprender a conocerte a ti mismo

Nunca sabrás de lo que eres capaz hasta que te pongas a prueba.

Viajar por el mundo es una oportunidad estupenda para salir de tu zona de confort. Puede que sea la primera vez que estés alejado de tu familia y amigos. En ese caso tendrás que hacer amigos, buscar alojamiento, manejar tu presupuesto, etc.

La libertad que tanto reivindicamos es tuya por fin, pero a cambio tendrás que tomar mil decisiones. Aprenderás a elegir el camino que más te guste y tu corazón palpitará con más intensidad por ello.

No solo explorarás selvas, desiertos y ciudades. El viajar te obligará a explorar los rincones más ocultos de tu ser.

No es la montaña que conquistamos, sino a nosotros mismos

Sir Edmund Hillary

2. Ser más responsable e independiente

Cuando llegues a tu destino sentirás un peso extra sobre los hombros y puede que no sea la mochila.  La emancipación viene con taras y ahora eres responsable de tus actos. Abre bien los ojos y mantén la cabeza sobre los hombros.

Si tu no cuidas de ti nadie lo hará.

El ser independiente no significa viajar solo o rechazar ayuda de otros viajeros. Significa que llevas las riendas de tu viaje y aceptas el resultado de tus decisiones.

Tu personalidad estará forjada a fuego si consigues ser responsable e independiente durante tu viaje.

3. Desarrollar habilidades sociales

Por fin has salido de tu pecera y te has lanzado al mar. Por supuesto que sabes nadar, pero las profundidades del océano pueden estar llenos de depredadores y de pececillos que no hablan tu idioma o son ajenos a tu forma de entender la vida.

No te preocupes. Aprenderás a desarrollar sus habilidades sociales en muy poco tiempo. Es una cuestión de supervivencia.

También aprenderás que la conciencia cultural, aceptación y adaptabilidad te ayudará a disfrutar más del viaje.

Viajar nos dota de habilidades que no tienen precio en un mundo globalizado como el nuestro.

4. Aprender a solucionar problemas

Ahora ya estás en el ruedo. Tanto tiempo deseándolo y por fin estás en Tailandia, Japón o Guatemala. Da igual.

Lo importante es recordar que ya no estás toreando vaquillas sino toros de verdad. El mundo tiene cuernos, pero en algunas rutas mochileras, como Sudamérica, centroAmérica o el sudeste de Asia, suelen ir embolados. Aun así, las embestidas duelen.

Deja que ponga algunos ejemplos de embestidas, perder el pasaporte, olvidarse una mochila en el tren, perder un vuelo, quedarte sin dinero en una isla del caribe sin cajeros, ponerse enfermo en el Congo. Tendrás que lidiar con lo que venga.

Un estudio de Contiki revela que los jóvenes que han viajado son más capaces de solucionar problemas y aceptar nuevos retos en la vida.

5. Potenciar creatividad e inteligencia

Cambiar de entorno y conocer gente nueva (nómadas digitales, vlogueros, emprendedores, etc.) abrirá tu mente a nuevos desafíos. Se curioso e interactúa con otros viajeros.

Da igual que estés en Japón, Nairobi o Nueva York. Viajar te expone a otras tendencias y formas de vida que sin duda potenciarán tu curiosidad.

Tendrás que comprar billetes en idiomas extranjeros y comunicarte con solo gestos. A nadie le gusta sentirse como un elefante en una chatarrería y pronto agudizamos el ingenio para adaptarnos.

Durante los largos trayectos de tren o autobús tendrás más tiempo para pensar y ordenar tus pensamientos. Podrás leer libros o escuchar los audiolibros para los que nunca tuviste tiempo. Aprovecha el tiempo. No caigas en las antiguas rutinas y te pases todo el día mandando memes en el WhatsApp.

En muchas ocasiones tendrás que olvidar tus tabúes y aceptar situaciones que te resultaban inimaginables. Esto es algo positivo porque suscita distintos puntos de vista.

En muchas ocasiones un reinicio mental va acompañado de una explosión creativa.

6. Tener más temas de conversación

Trekking del Annapurna

Te puedo asegurar que después de tu viaje tendrás nuevos temas y anécdotas en tu repertorio. Aquella vez que ayudaste a construir un hospital en Zimbabue o el orgullo que sentiste cuando terminaste la ruta del Annapurna.

Lo que no te puedo asegurar es que todo el mundo esté interesado en escuchar tus historias de viaje, muchas veces por envidia, otras por falta de alcance de miras o interés. Aquí te dejo un artículo relacionado: «Solo los mochileros escuchan a mochileros»

No tengas miedo en contar alguna anécdota (elígela bien) durante tu entrevista de trabajo. Tu experiencia viajera te diferencia de tus contemporáneos. Aprovéchala.

7. Crear recuerdos felices para toda la vida

Numerosos estudios indican que los mayores niveles de felicidad provienen de experiencias y no de bienes materiales.

“Somos la suma de nuestras experiencias”

Viajar es uno de los grandes placeres en la vida porque nos saca de la rutina, y genera gran cantidad de experiencias única que se transforman recuerdos. Este aluvión de experiencias inolvidables tiene un efecto positivo en la personalidad y mentalidad del joven viajero.

Nadie se arrepiente de haber viajado. Es como poseer una fuente de alegría cuyo grifo siempre está al alcance de la mano.

Cierra los ojos y piensa en tu último viaje. ¿Has sonreído?  

8. Apreciar más lo que tienes

Separarte de tu manada habitual y explorar nuevos pastos puede resultar duro al principio. Tu rutina igual no era la mejor, pero te era familiar, igual que tus amigos y la tortilla de tu madre.

Y es que lo desconocido nos produce resistencia que se intensifica con la edad del viajero, pero cuanto más joven menos resistencia hay.

Lo más peligroso que puedes hacer en la vida es ir a lo seguro

Casey Neistat

No te preocupes. En un par de días tu aventura te envolverá y los lazos con el pasado se vuelven más débiles. Durante tu viaje veras otras formas de comprender la vida que podrás comparar. En muchos casos te ayudará a apreciar más los que tienes o a planear cambios en tu vida.

Cuando estés cruzando la selva amazónica no creo que eches de menos tu anterior vida.

Lo curioso es que según vas llegando al final de la aventura un sentimiento nostálgico te irá preparando para la vuelta a casa. Empezarás a echar de menos tu rutina, tus amigos y la tortilla de patata.

Volverás con ganas renovadas, exhalando positivismo y con nuevas ideas para mejorar tu vida.

9. Mejorar tu estado físico y mental

Cueva de Batu en Kuala Lumpur

Que nadie te engañe. Viajar puede ser extenuante, pero tiene efectos beneficiosos en nuestra salud.

Subir escaleras para llegar a templos milenarios, escalar montañas para ver amaneceres, recorrer junglas para ver orangutanes o recorrer todas las tiendas de Nueva York para encontrar la chupa de cuero que viste en una película. ¿Te suena familiar?

Los pasos extras te vendrán bien para compensar por todas las horas que pasaste estudiando pegado a la silla.

La rutina diaria y responsabilidades sin duda hace mella en nuestros niveles de energía, estrés y entusiasmo. Para viajar se necesita mucha energía y ganas de vivir. No te asustes. Cuando tengas Machu Picchu a tiro de piedra no necesitarás motivación para levantarte temprano o subir esos últimos escalones.

Un estudio de Contiki establece que los jóvenes que viajan suelen ser más positivos y se sientes más emocionados con la vida.

10. Vivir experiencias con las que nunca habías soñado

Quién te iba a decir que ibas a comer pirañas recién pescadas en el río amazonas, darle un baño a un elefante con un cepillo gigante o escalar una montaña de 6000 metros.

La aventura es impredecible y nunca sabes dónde te va a llevar. En general los jóvenes viajeros son más flexibles con sus itinerarios y actividades. Quieren encontrar su lugar en el mundo, descubrir su potencial y explorar nuevos horizontes. Eso es viajar.

Como dijo aquel. Recuerda que siempre puede haber una aventura detrás de la esquina. Y el mundo está lleno de esquinas.

El mundo es mi ostra.

William Shakespeare
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